El Origen del Fuego (Mito Guaraní)

Hace mucho, los Buitres eran los dueños del fuego y sólo ellos podían cocinar sus alimentos; pero un día, un Sapo habló con el dios Tupá y entre ellos dos, idearon cómo quitarle a ellos el preciado fuego para darle a los Hombres.

Ya decididos, Tupá se tiró al suelo y se hizo pasar por muerto. Luego el Sapo esperaba cerca escondido por los matorrales. Poco después, aparecieron los Buitres dando giros sobre Tupá para devorarlo. Ellos encendieron un enorme fuego y luego fueron juntando ramas con sus picos para alimentar a este. Luego rodearon el supuesto cadáver mientras las brazas crecían más y más para cocinar su próximo "alimento".

Cuando las brazas ya estaban en su punto, Tupá pateó con fuerza los leños y de estos volaron chispas hacia donde estaba el Sapo, pero este no pudo atrapar ninguna e intentó decirle al Dios. Tupá esperaba nuevamente el momento ideal para hacer lo mismo ya que los Buitres podían el poder del fuego a su antojo.

Tupa aprovechó nuevamente la distracción de los Buitres y volvió a patear los leños encendidos pero con más fuerza hacia los matorrales donde estaba el Sapo. Pese al gran calor que emanaba, tomó una brasa con su boca y se la tragó huyendo rápidamente de aquel lugar.

El Origen del Fuego (Mito Guaraní)

Cuando el sapo estuvo muy lejos de los Buitres, escupió la brasa sobre el hueco de un tronco viejo que en segundos, empezó a arder. Los Buitres enterados que ya no eran los únicos dueños del fuego, intentaron huir pero Tupá los condenó por su egoísmo convirtiéndolos en aves carroñeras para siempre y también, les quitó todo el poder que poseían.

Tupá y el Sapo llegaron hasta los hombres y con gran paciencia, les enseñaron el secreto del fuego y cómo hacer un huequito en las maderas blandas para luego frotarlas con un palo de madera y lograr el preciado fuego.