El mito del Dullahan

El Dullahan es una terrible entidad que no posee su cabeza sobre sus hombros, pero la lleva en su mano derecha. Muchos dicen que su cabeza es de color verdoso y su textura parece como la de un queso mohoso muy liso. Tiene una horrible y enorme sonrisa  con ojos pequeños y negros. Su cabeza brilla intensamente desvelando cómo se deshacía debido a la putrefacción y era usada también, como una linterna para encaminarse por los campos más oscuros de Irlanda.

El Dullahan tiene una vista sobrenatural con la cual puede ver a grandes distancias incluso, a travez del campo en la noche más oscura. Sólo levanta su cabeza cercenada y emprende la búsqueda de su camino, o presa al cual acechar.

Esta entidad suele trasladarse en un tenebroso corcel negro a donde le plazca, y usa como látigo o azote una columna vertebral humana. Cuando emprende galope su corcel, salen chipas de fuego de su trote así como también, fuego de las fosas nasales de la bestia. En algunas versiones, esta entidad lleva un vagón o carro adornado con objetos funerarios (velas ocultas en cráneos para iluminar el camino, los radios de las ruedas hechos de huesos de tibias humanas, la cubierta del vagón hecha de piel de serpientes, piel seca y pútrida de animales muertos o piel seca humana). Muchos afirman con miedo que su carro es tan veloz que por donde pasa, deja una marca de fuego con cenizas quemadas.

El Dullahan normalmente es visto como un ser masculino, pero hay ocasiones donde se le es avistada una versión femenina que es aún más terrible. Si alguien las llega a ver, anuncian la cercanía de la muerte (al igual que su contraparte masculina, pero con la diferencia de no mencionar el nombre de su víctima al que le tocará perecer).

Si una mujer tiene la desdicha de ver a esta femina Dullahan, ella no morirá, pero si un hijo de su víctima (que es lo más común) o su esposo. La desgracia que transmite la Dullahan femenina es tan temible contra las mujeres, que las pueden maldecir con que jamas vuelvan a tener mas hijos.

leyenda del dullahan

Muchos dicen que alrededor de la media noche durante ciertos festivales o días de banquetes irlandeces, el Dullahan aparece cabalgando en la oscuridad de los campos irlandeses. Huir o luchar contra él es inútil ya que cuando él entra a la casa de su próxima víctima, toda cerradura y puertas se abren misteriosamente. A los Dullahan no les gusta ser vigilados mientras buscan sus víctimas. Si descubren a su acechador, le arrojará un vaso de sangre que significará que morirá en los próximos días. En otras ocasiones, este los perseguirá y azotará los ojos con su látigo produciéndoles ceguera o parálisis o dejando tullido al quien lo vigilaba. Hay quienes afirman que es posible salir con vida de un posible y solitario viaje. Si su víctima lleva oro, el Dullahan al saber del preciado metal, lo dejará con vida.

Sobre el origen del Dullahan, se dice que es la encarnación del mal representando al antiguo dios celta "Crom Dubh", quien en la antigüedad exigía sacrificios humanos anuales y quien era venerado hasta casi empezar el siglo VI; después, bajó su veneración y volvió con un aspecto más terrenal para buscar nuevas almas humanas.

Según algunos, se comenta que el Dullahan pertenece a la mitología irlandesa (reino de las hadas irlandés) y es más propenso a ser visto en los condados de Sligo y Down. En algunos relatos, se confunde al Dullahan con el "Jinete sin Cabeza".

Otro mito de la cual tienen un gran parecido, sin embargo, cada el Dullahan procede de Irlanda, mientras que el Jinete sin Cabeza tiene por origen y cultura a los Ingleses (Estados Unidos o México).