El mito de las 3 am (La hora del Diablo)

Cuando hablamos de algo terrorífico en un mito fuera de lo ya tradicional, en los mitos urbanos nos encontramos con el Mito de las 3am, y es donde muchos consideran la hora donde espíritus o la hora del Diablo.

Se dice que cuando llegan las 3am y uno está despierto, suelen experimentar cosas paranormales, como sentir que son observador por alguien sabiendo que están totalmente solos, o escuchar ruidos cercanos o desde atrás, o cosas similares. Pese a que el cristianismo considera que es divina dicha hora, otros no lo consideran así, ya que debido a anomalías mencionadas, el mal quiere apropiarse y burlarse del bien, así que se aprovecha de la noche y de este horario para ejercer la maldad.

Aquellos que afirman ser testigos de estos sucesos, cuentan que durante el acecho, sus armarios emitieron sonidos raros, como también las cosas bajo sus camas han sido movidas o sacadas de su lugar misteriosamente. Otros dicen que en sus salas o habitaciones de lado, se escuchan pasos o murmullos. En el peor de los casos cuando uno está durmiendo profundamente y se despierta a esta hora, es debido a estas anomalías y a pesar de que unos creen que es sólo un sueño, tras frotarse los ojos para saber que sucede, no lo es y logran percibir sonidos o golpeteos en el suelo.

El mito de las 3 am La hora del Diablo

Otro caso cuenta que algunas personas que sufren de insomnio y se levanten a las tres de la mañana, es debido a los trabajos de magia negra se realizan a esa hora (según testimonios de Brujos), y si no puedes quedarte dormido, probablemente te están trabajando de forma negativa.

Otro testimonio que da la veracidad de esta hora paranormal, proviene de Jesús González y Mallo, ex sacerdote y teólogo, y nos relata lo siguiente:

"A las 3 de la madrugada y no se debe al azar: es el momento del día más lejano a las tres de la tarde, instante en que Cristo, después de haber perdonado a la humanidad por sus pecados, moría en la cruz y encomendaba su alma a Dios.

El diablo siempre busca oponerse a Dios, hace todo lo posible para burlarse de sus símbolos, pero a la vez, imitarlos."